Este post es el tercero de una serie de once, en la que recopilo textos (los primeros cinco fueron subidos originalmente a ig) y material de archivo en torno a cada una de las canciones de ‘Recordar/ Volver a pasar’.


 

Esta canción es más o menos de la misma época que ‘Nombrar’. El año 2016 arrancó con la tarea de vaciar el departamento de mi viejo, y todo lo que eso nos trajo (proceso difícil de resumir, pero de alguna forma abordado en esas dos canciones). Para describirlo en pocas palabras puedo decir que el jovie amaba (¿romantizaba?) el acampar, y quizás por eso sus espacios cotidianos eran un poco como un campamento… y otro poco como un submarino. De su caos habitacional y creativo rescaté, además de varios dibujos hechos “en serio”, unos cuantos garabatos random de esos que hacemos (o solíamos hacer) mientras hablamos por teléfono (cuando se hacía tal cosa). Busqué y busqué, pero no pude encontrar, dentro de esa colección de esbozos a tinta mezclados con listas de compras, algún pendiente o el teléfono de alguien, el dibujo de la estrella propiamente. Así que, ahora mismo no puedo afirmar que realmente haya existido. Quizás me lo inventé. Lo que sí recuerdo es pensar esto de “la mano que hizo este dibujo ya no está, pero el dibujo sí“, recuerdo la sensación de quedarme habitando esa imagen/ idea por bastante tiempo. Posiblemente sea la razón por la que guardé y atesoro esos dibujos aparentemente insignificantes. También es cierto que la alegoría de las cinco puntas me sirvió para hablar de mis hermanes, esa extraña tribu, y nuestras cinco formas de crecer y de ser en este mundo.

Musicalmente, ‘Una estrella’ es parte de una investigación -en la que sigo y seguiré- en torno al travis picking, una de las destrezas guitarrísticas que más me interesa dominar: el pulgar sostiene todo el tiempo un patrón que camina a tierra, mientras que los dedos índice, medio y anular cantan en las síncopas. Es hermoso y trabajoso en partes iguales; me da mucho placer sacarle la ficha.
Los violines folk y atresillados, inspirados en Good Vibrations de los Beach Boys y en todas las canciones de Alex G que me hacen llorar, estuvieron a cargo de Marilina Calós, compañera de activismo y sensibilidad.